null Autoaprendizaje: beneficios para el empleado de ser un autodidacta

NOTICIA - Talento

30/10/2023

Autoaprendizaje: beneficios para el empleado de ser un autodidacta

Los profesionales que adquieren nuevos conocimientos y habilidades por su cuenta muestran una mayor capacidad de adaptación en un entorno disruptivo, adquieren una visión amplia muy útil en su desarrollo profesional y se muestran más motivados.

El autoaprendizaje es un modelo que ha ganado relevancia en los últimos años en el ámbito laboral debido a la necesidad creciente tanto de las empresas como de los profesionales de adaptarse con agilidad a un entorno de cambios constantes y disruptivos. La autocapacitación es un enfoque que tiene amplias ventajas para las compañías como estrategia de atracción y retención del talento, impulso de la productividad y la competitividad y mejora del clima laboral, pero que presenta también grandes beneficios para los propios empleados, ya que les ayudará a crecer profesionalmente y afrontar los desafíos y oportunidades de cada día.

Aprender de forma personalizada y flexible. Los modelos tradicionales de aprendizaje estaban diseñados en torno a programas estructurados y cerrados. Actualmente, se ha avanzado hacia formatos que permiten a los empleados aprender de forma continua y personalizada, mediante herramientas y contenidos relevantes de acceso ágil, económico y a demanda, como webinars, podcasts y un amplio abanico de plataformas digitales.

Aumenta la capacidad de adaptación a los cambios. Las empresas valoran a aquellos profesionales con mayor capacidad para afrontar los desafíos y oportunidades que se derivan del entorno disruptivo en que operan, ya que su contribución al éxito de la organización en ese contexto será mayor. Por ello, el autoaprendizaje se ha convertido en una soft skill muy valorada por las compañías. La formación autónoma permite a las personas mantenerse actualizadas, adquiriendo nuevas habilidades y conocimientos, en un proceso constante de upskilling y reskilling, lo que se traduce en un mayor desarrollo personal y profesional del profesional.

Otorga una visión más amplia. Al mostrar inquietud por adquirir nuevos conocimientos y no conformarse con hacer cada día lo mismo, el empleado abordará materias y proyectos más allá de los de su área concreta de trabajo, obteniendo una visión más global, ayudándole a contribuir a los proyectos transversales de la organización y la toma de decisiones de forma más ágil y certera, aportando mayor valor a la compañía.

Aumenta la motivación. Los profesionales que deciden voluntariamente mantenerse en una formación continuada ven incrementada su sentimiento de autorrealización y sienten los desafíos y retos que se presentan como oportunidades, manteniendo su motivación profesional en un alto nivel.

La creación de una cultura de autoaprendizaje en las organizaciones está impulsada por la propia empresa y en la que los protagonistas son los empleados.

Línea Directa Aseguradora, por ejemplo, ha creado una campaña de impulso de la cultura de desarrollo profesional llamada Re-evoluciona, que trata de motivar a los empleados para adquirir nuevas experiencias de desarrollo profesional, potenciar el autoaprendizaje y facilitar la movilidad interna y la promoción a través de un modelo de identificación de talento en la organización. Para ello, cuanta con un ecosistema de aprendizaje formado por varias plataformas digitales con las que los empleados autogestionan sus momentos de formación y con itinerarios formativos que permiten avanzar a la plantilla en competencias necesarias para la transformación digital.

Esta estrategia ha sido reconocida con los premios Talent Awards de LinkedIn en la categoría de Learning Champion. Además, Línea Directa Aseguradora ha sido destacada como una de las empresas con más cultura de autoaprendizaje en los premios Top Insiders 2023 de Business Insider España, en los que la compañía ha sido una de las 5 empresas finalistas en la categoría Organización y Trabajo Flexible.

Junto con ese liderazgo de las empresas, en el éxito del autoaprendizaje es fundamental, al mismo tiempo, la inquietud y autodisciplina de los propios profesionales. Es recomendable que el empleado adopta una serie de actitudes y hábitos en su propia estrategia de autocapacitación.

Mostrar curiosidad. La inquietud, el pensamiento crítico y la creatividad son la base para estar siempre dispuesto a adquirir y actualizar conocimientos. El inicio del autoaprendizaje puede ser, por ejemplo, la necesidad de hallar respuesta a alguna pregunta concreta. Además, el hecho de que el autoaprendizaje parte de la voluntad y no de la obligación, hace que el proceso formativo sea dinámico y ameno, y el profesional sienta la necesidad de abordar primero un tema y después de profundizar en un subtema al ritmo que desea.

Autodisciplina. El empleado autodidacta elige las materias en las que quiere ampliar sus conocimientos, puede seleccionar los contenidos de forma autónoma y marcar sus propios ritmos de aprendizaje. En cualquier caso, esto conlleva, al mismo tiempo, una mayor responsabilidad y disciplina en cuanto a la organización del estudio y la autoevaluación. Resulta útil fijarse metas u objetivos concretos y realistas, partiendo de una pequeña lista, fijar un horario al día o a la semana que se dedicará en exclusiva a esta formación y afrontar el autoestudio como una afición, pero con constancia.

Compartir y poner en práctica lo aprendido. Todo lo autoaprendido por el empleado puede ser puesto en práctica convirtiendo ese conocimiento en soluciones o aplicaciones útiles en su día a día y para su organización. Además, es muy probable que el profesional sienta la necesidad de compartir ese contenido teórico y práctico con el resto de sus compañeros y en los proyectos en los que esté involucrado.