Seguros útiles

null Solo el 40% de los conductores españoles cuenta con un seguro que cubra los accidentes contra animales

NOTICIA - Seguros útiles

27/10/2022

Solo el 40% de los conductores españoles cuenta con un seguro que cubra los accidentes contra animales

Hasta hace pocos años, la presencia de animales en las inmediaciones de las carreteras solo ocurría en zonas rurales. Sin embargo, en los últimos 5 años, el número de incidentes con animales se han multiplicado por dos provocando un grave problema entre los conductores, ya que solo el 40% de ellos cuenta con un seguro que cubra este tipo de accidentes.

Línea Directa Aseguradora ha presentado el estudio ‘Animales en la carretera: Un peligro mortal. Accidentes contra animales en las carreteras españolas (2017-2021)’, que aborda un problema creciente y cada vez más grave: los siniestros contra la fauna cinegética española. Para ello, la compañía ha analizado 2,7 millones de accidentes sucedidos en los últimos 5 años, de los cuales 11.400 fueron contra animales. El resultado es alarmante, ya que este tipo de siniestros se ha duplicado en los últimos cinco años y su proporción frente al total de accidentes se ha incrementado un 71%.

Además, los incidentes causados por atropellos a animales son cada vez más graves y complejos, ya que el coste medio de las indemnizaciones por daños corporales se ha incrementado un 104% entre 2017 y 2021 frente al 13,6% de los accidentes comunes. Esta complejidad también alcanza a las reparaciones de los vehículos, 2,4 veces más caras que las de un golpe normal, y a las gestiones, un 38% más lentas.

¿Cómo son los accidentes contra animales?

La velocidad a la que se circula por carreteras interurbanas, generalmente mayor que en ciudad, y el peso y envergadura de los animales atropellados, provoca que estos golpes sean violentos y peligrosos. No en vano, a 60 km/h, la fuerza del impacto contra un jabalí equivale a 3,5 toneladas y contra un ciervo, de unas 5, lo que da idea del riesgo que supone impactar con estos animales.

Estos accidentes suelen suceder en entornos rurales, de noche (61%), en fin de semana, en otoño (34%) y con jabalíes o perros como protagonistas. En cuanto al tipo de vía, 2 de cada 3 siniestros de este tipo ocurren en carreteras convencionales (64%), aunque en los últimos 5 años se han multiplicado por 3 en las zonas urbanas y ya suponen el 22% del total.

Las partes del coche más afectadas son el parachoques delantero, la rejilla y el capó (39%), seguidos de los faros e intermitentes delanteros (22%), las aletas delanteras (14%), los bajos y el faldón delantero (10%), el radiador (4%) y la matrícula (3%).

En cuanto a su localización geográfica, Soria (9%) es la provincia española con mayor proporción de accidentes contra animales, seguida de Teruel (4,4%) y Huesca (4%). En el lado opuesto, se sitúan las provincias de Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas y Baleares, todas insulares. 

 

Reclamar: misión imposible

Hace 8 años se aprobó la Ley 6/2014 que trasladaba la responsabilidad de estos accidentes al conductor, que, salvo casos muy concretos, no puede reclamar al coto o a la finca por los daños sufridos. La normativa solo permite exigir responsabilidades si el siniestro es consecuencia directa de una acción colectiva de caza mayor en el mismo día o doce horas antes del golpe o porque la carretera no esté debidamente vallada o señalizada

Por otra parte, si el accidente sucede contra un animal doméstico, el artículo 1.905 del Código Civil señala que los dueños de estos animales serán los responsables de los daños que causen. Una situación que puede generar muchos problemas a los conductores, ya que solo el 40% de los automovilistas cuentan con seguros que pueden cubrir los daños causados en estos accidentes. Una situación sorprendente, ya que por apenas 35€ existen coberturas específicas para este tipo de incidentes.

Desde el cambio de la norma, apenas el 6% de los daños causados por animales son indemnizados por sus dueños, frente al 43% que registraban los siniestros anteriores a 2014, siete veces menos. Por comunidades, Castilla–La Mancha y la Comunidad de Madrid son las regiones donde menos reclamaciones prosperan, en contraste con La Rioja y Navarra, que son los territorios con mayor proporción de indemnizaciones.