null Estados de Información No Financiera (EINF): no basta con ser sostenibles, hay que demostrarlo

NOTICIA - Tendencias

31/03/2022

Estados de Información No Financiera (EINF): no basta con ser sostenibles, hay que demostrarlo

Los grupos de interés reclaman cada vez más información a las compañías sobre su gestión desde un punto de vista ambiental, social y de buen gobierno.

Históricamente, las empresas reportaban al mercado casi en exclusiva datos sobre la marcha de sus resultados financieros. Sin embargo, a los accionistas e inversores, los empleados, los clientes, los supervisores y las propias compañías ya no les preocupa solo qué beneficios obtienen cada año, sino cómo los alcanzan. Es decir, cuál es el impacto de su actividad en su entorno y la sociedad.

Hay una exigencia social creciente de que los negocios sean sostenibles: importa tanto contar con buenos productos e incrementar las ventas, como hacerlo fomentando la diversidad, la igualdad y la inclusión y cuidando el medioambiente. Por eso, desde hace años está aumentando la demanda de información no financiera a las compañías. Porque no basta con ser sostenibles; además, hay que demostrarlo. Y la forma de hacerlo es a través del Estado de Información No Financiera (EINF).

Este año, y tras la salida a Bolsa en abril del pasado ejercicio, el Grupo Línea Directa ha elaborado y publicado su primer EINF, en el que la compañía hace un importante ejercicio de transparencia sobre la evolución de la compañía en 2021 desde un punto de vista muy amplio.

¿Es obligatorio elaborar este documento?

No para todas las compañías. Desde 2018, y a raíz de la ley 11/2018, es obligatorio para aquellas con más de 250 empleados, con unos ingresos anuales superiores a 40 millones de euros durante dos ejercicios consecutivos o que tengan activos superiores a 20 millones de euros durante dos años seguidos.

¿Qué información contiene el EINF?

El EINF es un informe anual que, siguiendo los mínimos que marca la ley y bajo estándares de reporte internacionales, debe incluir una descripción del modelo de negocio de la compañía y su gobierno corporativo, así como toda la información relativa a la gestión de la empresa de las cuestiones ambientales, sociales y relativas al personal. Se trata, por tanto, de información cualitativa y cuantitativa con criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ASG).

Algunos ejemplos concretos son:

  • Políticas de la compañía y los avances logrados, por ejemplo, en materia de diversidad e inclusión, igualdad y sostenibilidad.
  • La huella de carbono y la estrategia para reducir las emisiones.
  • Porcentajes de la plantilla según edad, sexo, discapacidad y formación, y brecha salarial existente.
  • Protocolos de lucha contra la corrupción y el soborno.

 

¿Quién verifica la veracidad de esa información?

Todo el contenido del EINF tiene que ser veraz, preciso y completo. Para ello, las empresas deben encargar a una firma de auditoría independiente que lo verifique. Para ello, los auditores solicitan y recopilan evidencias con las que comprobar la veracidad de las afirmaciones y cifras que se incluyen en el documento, analizan los procesos usados para el reporte de esa información y se entrevistan con las personas de la compañía responsables de aportar esos datos. Al final de su trabajo, esta firma emite un informe de verificación con su conclusión.

¿Qué importancia tiene el EINF?

Las empresas no deben ver la elaboración del EINF como una obligación, sino como una oportunidad para reforzar la credibilidad y confianza de sus grupos de interés (clientes, empleados, accionistas, inversores y sociedad).

La mayor concienciación medioambiental y social hace que los consumidores, en sus decisiones de compra, tengan cada vez más en cuenta el impacto de la actividad de una compañía. En esa línea, los inversores institucionales, como los fondos de inversión, evalúan la gestión de las empresas con criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ESG) a la hora de decidir en qué compañías invierten.

En definitiva, ser sostenibles, y demostrarlo, genera también un impacto económico positivo para las empresas.