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NOTICIA - Tecnología

18/01/2022

¿Qué datos personales cedemos en internet y para qué se usan?

Las empresas digitales ofrecen servicios gratuitos a cambio de información personal como el nombre, el correo electrónico y la ubicación e incluso los datos bancarios y la orientación sexual.

“Si algo es gratis, es que el producto eres tú”. Con esta frase resumía en 2016 el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, el negocio de los datos personales en internet. Al abrir una cuenta en una red social o descargar una aplicación en el móvil lo más probable es que las estemos pagando con nuestra privacidad. Los gigantes de internet, pero empresas de todos los tamaños y sectores como supermercados online y medios de comunicación, ofrecen servicios digitales gratuitos a cambio de determinada información personal del usuario. ¿Saben los consumidores qué datos están cediendo en internet y para qué se usan?

Las empresas creadoras de las apps para móvil suelen solicitar acceso a determinados ajustes del terminal, como la cámara y el micrófono, y a información personal como la agenda de contactos, el registro de llamadas y el calendario. En algunos casos es condición imprescindible para poder acceder al servicio que prestan, como en el caso de Instagram y la cámara de fotos y vídeo y de WhatApp y la lista de contactos. Google, por su parte, dará acceso a Maps a cambio de conocer la ubicación en tiempo real del usuario. Facebook y otras redes sociales, además de tener acceso a las fotografías y los vídeos personales, conoce el nombre, edad, correo electrónico y hasta situación laboral, orientación sexual, estado civil y aficiones de sus usuarios. 

"¿Aceptas nuestra política de cookies?". Cada vez que una persona navega por internet desde un ordenador, tableta o teléfono móvil, las páginas web que visita se solicitan la instalación de unos ficheros llamados cookies en los que el propietario de esa web almacena información del usuario sobre su actividad online, desde su dirección IP hasta las páginas que visita y el tiempo que permanece en ellas. Y aquellas plataformas online en las que los internautas realizan compras online acceden también a los datos bancarios del usuario.

Además, es bastante habitual que cuando el usuario acepta las condiciones de uso, esté autorizando al mismo tiempo a la compañía a la que cede voluntariamente su información personal a venderlos a terceros con fines comerciales.

Publicidad personalizada

¿Para qué usan toda esa información personal estas empresas?Los datos personales que cedemos a estas compañías son, en muchos casos, necesarios para el funcionamiento correcto del servicio que prestan a cambio. Ahora bien, muchas de estas empresas utilizan también esa información para analizarla, cruzarla y crear perfiles con el objetivo último de enviarles publicidad personalizada y ofrecer espacios de publicidad programática. Es habitual, por ejemplo, que tras hacer una búsqueda en Google, posteriormente el usuario siga navegando por otras páginas web y le salten anuncios relacionados con esa búsqueda. O, directamente, que solo vea anuncios vinculados a las aficiones que comparte en sus redes sociales. Por eso, en la era digital, los datos personales se han convertido en una materia prima de enorme valor para las compañías.

¿Cómo controlar la información personal que se comparte?

Este fenómeno creciente llevó a la Unión Europea a legislar al respecto en 2018 a través del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), una normativa que obliga a las páginas web a recabar el consentimiento de los consumidores para recabar sus datos personales, informándoles de qué información recopilarán y qué uso se les dará. No hacerlo es motivo de denuncia y sanción para las web y aplicaciones infractoras.

Junto con las garantías que proporciona la legislación, el usuario también puede adoptar una actitud responsable siempre y cuando quiera limitar la cantidad o tipo de información personal que cede en el entorno digital. Lo primero es leer detenidamente la Política de privavidad y los Términos y condiciones de uso del proveedor de ese servicio, para saber bien qué datos se le están facilitando y cómo se pueden ejercer los derechos de acceso, rectificación, supresión, oposición, limitación y portabilidad en caso necesario. Además, conviene revisar bien los permisos que le solicita una app, red social o empresa digital a cambio de sus servicios y limitar las fotografías, vídeos y documentos personales que sube a la red.