null Se acerca el fin de los diésel y gasolina. ¿Qué coche me compro?

NOTICIA - Tendencias

04/01/2022

Se acerca el fin de los diésel y gasolina. ¿Qué coche me compro?

Los incertidumbre se ha instalado entre los consumidores ante las cada vez mayores restricciones a los automóviles de combustión.

Cada vez está más cerca la desaparición de los coches de combustión de las carreteras y calles.  La Comisión Europea quiere que a partir de 2035 no se puedan vender turismos y furgonetas nuevos que emitan dióxido de carbono, de forma que en solo 14 años no se podrán adquirir automóviles de gasolina, diésel, gas e híbridos. Por otro lado, cada vez más ayuntamientos están creando zonas de bajas emisiones en las ciudades que limitan o directamente impiden la circulación de estos vehículos. Si a eso se suma que el coche eléctrico no es todavía una alternativa real por cuestiones como su precio actual, es normal que los consumidores tengan muchas dudas sobre qué tipo de automóvil comprar en las actuales circunstancias.

Hasta hace poco los conductores que se disponían a comprar un coche nuevo se debatían básicamente entre un gasolina y un diésel. El tipo de uso (kilometraje y tipo de trayecto), el precio del propio automóvil y el coste del carburante eran las variables que acababan influyendo en la decisión final de compra. Actualmente, con la aparición de nuevas mecánicas, la incertidumbre regulatoria y la concienciación medioambiental, esas dudas se han multiplicado.

Gasolina y diésel

Casi 6 de cada 10 automóviles que se venden en España son todavía gasolina y diésel. Aunque durante años los diésel coparon el mercado, los mensajes en contra de estos por cuestiones medioambientales ha hecho que los gasolina supongan, actualmente, más del 56% del total de vehículos que se comercializan en España. Aunque consumen más y el coste de la gasolina es superior al del gasoil, esto coches tienen un precio de venta menor y una mecánica más sencilla. Son la mejor opción de entre los motores de combustibles fósiles para trayectos cortos, un uso no intensivo y vehículos de menor tamaño.

 

Los diésel, que suponen en torno al 24% de las ventas totales de automóviles,  destacan por su rendimiento y eficiencia, sobre todo en viajes largos y ante un uso intensivo. Aunque son más caros y su coste de reparación es más elevado, tienen un consumo inferior, la factura del repostaje es inferior a la de los gasolina y sus motores son más eficientes.

Una de las desventajas tanto de los diésel como de los gasolina es que son los automóviles más contaminantes, aunque en los últimos años los modelos más modernos han reducido notablemente las emisiones. En cualquier caso, ambos tipos de motorización son las que están sufriendo las mayores restricciones de movilidad en las grandes ciudades, por lo que empiezan a no ser una buena opción si se vive o circula habitualmente por las zonas de bajas emisiones de estas urbes. Más aún, muchos países y fabricantes se encaminan a vetar su venta y dejar de fabricarlos en 2035.

Gas (GLP/GNC)

Los vehículos de gas combinan un motor de gasolina con un depósito de gas y permiten alternar entre una y otra fuente, aumentando así la autonomía de este tipo de coches. Dos de sus principales ventajas son que, por un lado, el gas tiene un coste medio bastante inferior a la gasolina y el gasoil, y por otro que son vehículos menos contaminantes y más limpios que, por ahora, sufren muchas menos restricciones en las grandes urbes. Además, en cualquier caso se sigue dependiendo de la gasolina para su circulación.

Actualmente, los coches de propulsión a gas suponen una parte muy reducida de las nuevas matriculaciones, al suponer el 1,5% de los vehículos vendidos, de forma que tienen una cuota de mercado inferior incluso a la de los coches eléctricos.

Híbridos (enchufable/no enchufable)

A medio camino entre los coches de combustión y los eléctricos puros, los vehículos híbridos (con motor de gasolina y motor eléctrico) se han convertido actualmente en la alternativa a la gasolina, el diésel y los coches 100% eléctricos preferida por los consumidores. Entre los modelos enchufables, es decir, aquellos cuya batería se puede recargar conectándolo a un punto de recarga, y los no enchufables, cuya batería se recarga mediante a través del motor de gasolina y la inercia, los híbridos ya suman el 15% de las ventas.

Se trata de vehículos mucho más limpios desde un punto de vista medioambiental, que permiten reducir el consumo de carburante, que gozan de ventajas fiscales para su adquisición y que actualmente cuentas con ventajas para circular por zonas de bajas emisiones. En su contra juega su precio, algo superior a los de combustión, y su autonomía, que hace que sean idóneos para trayectos cortos pero no para largos viajes.

Eléctricos puros

Los vehículos eléctricos están llamados a ser los coches del futuro por ser los más limpios desde un punto de vista medioambiental y para cumplir con los objetivos globales de reducción de emisiones de dióxido de carbono. Sin embargo, su venta y generalización se encuentran todavía con importantes barreras que hacen que, por ejemplo, en España solo supongan aún el 2,5% de las nuevas matriculaciones. Uno de los principales escollos es su precio: a igualdad de modelo, un coche eléctrico tiene un coste de 10.000 a 15.000 euros más alto que un motor tradicional, a lo que hay que sumar que, aunque están exentos del impuesto de matriculación, las ayudas a la adquisición son escasas y no acaban de cubrir esa diferencia de coste.

 

El otro inconveniente es la duración de sus baterías: aunque los fabricantes están avanzando mucho en la tecnología y mecánica de estos automóviles, la autonomía de coches eléctricos es aún limitada. A ello hay que sumar que en España la red de puntos de recarga, sobre todo en carreteras y autovías o autopistas, es insuficiente, lo que complica recorrer por ejemplo el país de un punto a otro o hacer largos recorridos. Por otro lado, dos tercios de las familias españolas vive en pisos, lo que hace más compleja la instalación de puntos de recarga en los garajes de esos edificios. Además, sólo el 30% de esos edificios tienen parking.